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domingo, 2 de diciembre de 2018

UNIDAD 11. ROMA Y SU IMPERIO

UNIDAD DIDÁCTICA 11

ROMA Y SU IMPERIO

Introducción.




Una unidad didáctica es la plasmación teórica de un proceso de enseñanza-aprendizaje concreto, con una secuenciación temporal precisa. Para articularlas tienen que tener coherencia con el corpus de leyes y decretos, y con la programación didáctica de nuestro departamento. Además deben señalar qué voy a enseñar a mis alumnos, cómo lo voy a hacer y cómo van a ser evaluados (estrategias e instrumentos de evaluación).

Roma fue en su origen una ciudad de privilegiada situación geográfica, que recibirá y será continuadora de la civilización griega, pero aportando un carácter propio. Desde su posición central en la península itálica, pasará a dominar a los pueblos vecinos, luego controlará península itálica y después conquistará a los del Mediterráneo oriental y occidental.

El crecimiento del territorio que controla la ciudad, las nuevas necesidades económicas y las transformaciones sociales serán el motor de los cambios políticos e institucionales que se viven en casi mil años. La expansión territorial, liderará por las élites paro con una clara participación del pueblo romano otorgan a esta civilización un notable espíritu militar; pero mantener las conquistas y administrarlas del modo tan óptimo como lo lograron hacer los romanos, demuestra que fueron esencialmente un pueblo práctico e integrador, que supo acomodar las enseñanzas de los griegos y la cultura de los pueblos con los que tomó contacto. Así se integraron el mundo oriental y occidental, se mezclaron los elementos culturales y se ofrecerá al mundo una referencia política que volverá a ser rescatada en otros momentos de la Historia, por ejemplo durante el imperio bizantino, el reinado de Carlomagno, en el Renacimiento o durante el siglo XVIII en buena parte de Europa.

En esta unidad, estudiaremos, pues, las diferentes etapas de su evolución histórica: Monarquía, República e Imperio, con sus diferentes estructuras políticas y administrativas; su cultura y los efectos de la romanización; la economía desde su dimensión peninsular a la de Imperio; el arte; la sociedad y la vida cotidiana, y la religión, primeramente pagana, y después, cristiana.



Sobre los legionarios puedes consultar lo siguiente:
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/legiones-de-roma-la-vida-en-el-campamento_6358
https://www.nationalgeographic.com.es/temas/legiones-romanas/fotos/1/16



Sobre los esclavos puedes consultar lo siguiente:
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/el-duro-trabajo-de-los-mineros-en-hispania_7466/3#slide-2
https://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/como-vivian-los-esclavos-en-la-antigua-roma-551509373840https://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/roma-presenta-una-exposicion-sobre-espartaco-esclavitud-imperio-romano_11343

jueves, 19 de octubre de 2017

EL ARTE DE LA PREHISTORIA EN EUROPA


PINTURA RUPESTRE

LA PINTURA PALEOLÍTICA DE LA REGIÓN FRANCOCANTÁBRICA

Las primeras muestras de pintura rupestre corresponden a la última fase del Paleolítico y su mayor concentración se localiza en la franja cantábrica peninsular y el suroeste de Francia. A menudo se encuentran en lugares poco visibles de las cuevas, lo que hace pensar que pudiera tratarse de santuarios mágico-religiosos.
Los temas predominantes son: animales, en especial grandes herbívoros (bisonte, uro, caballo, ciervo, reno); figuras humanas, a menudo con rasgos de animales; y signos abstractos, de difícil interpretación. Entre sus características formales destacan las siguientes:
- El naturalismo en la representación de los animales, que sorprende por su perfección.
- El empleo abundante del color, con preferencia del rojo y el negro.
- El aprovechamiento a veces de los entrantes y salientes de la pared para producir sensación de volumen.
- La representación de figuras aisladas o independientes entre sí, a menudo superpuestas y desordenadas.
Sobre el posible significado de estas pinturas se han elaborado diversas teorías. La más clásica y tradicional es la que considera su realización como parte de un ritual mágico para propiciar la fertilidad y la caza de los animales representados.

LA PINTURA LEVANTINA ESPAÑOLA

Otro de los conjuntos más interesantes del arte prehistórico lo constituyen las pinturas rupestres del levante peninsular (desde Cataluña hasta Andalucía). Su datación no es segura y corresponderían, según los distintos especialistas, al Mesolítico, al Neolítico y en algunos casos, incluso, a la Edad del Bronce. La mayoría de estas pinturas se encuentra al aire libre, en abrigos u oquedades de acantilados, lo que prueba la mejoría del clima producida desde el Mesolítico.
Los temas predominantes son escenas de caza, luchas de guerreros, danzas rituales de mujeres en torno a un jefe, recolección de la miel, etc. Y sus rasgos formales presentan notables diferencias respecto a las pinturas del Paleolítico:
- Esquematización de las figuras.
- Utilización de una gama cromática muy reducida.
- Acusado movimiento de las figuras.
- Composiciones narrativas, con representación de escenas que describen una actividad.

ARTE MUEBLE

LAS PRIMERAS ESCULTURAS

Además de las pinturas parietales, la humanidad prehistórica nos ha legado significativas muestras de arte mueble del Paleolítico. Entre ellas destacan los llamados bastones de mando, aunque no hay certeza ninguna de que lo fueran realmente, con grabados de animales, como caballos, cabras o ciervos.
Propulsor decorado con una caballo, mide 28 cm, y procede de la cueva de Bruniquel (Francia).



Asimismo, en diferentes partes de Europa, aunque no en la Península Ibérica, se han descubierto esculturas conocidas como venus esteatopigias (como la de Willendorf).

No cabe duda de que son representaciones femeninas, cuyos autores han puesto un énfasis especial en recoger con el mayor detalle algunos rasgos anatómicos, fundamentalmente los pechos, las caderas y las nalgas, el vientre e incluso la vulva, lo que podría indicar una clara preferencia por los elementos más visibles de la sexualidad femenina. La mayoría de estas figuras carece de rostro propiamente dicho (aunque a veces se represente el cabello) y se observa en ella la escasa atención prestada a las extremidades que en algunos casos están sólo indicadas muy escuetamente. Finalmente, en casi todas estas piezas resulta evidente la esquematización de la representación humana, que viene a contrastar enormemente con el elevado naturalismo de las figuras de animales características de la pintura rupestre de la misma época.

LA ARQUITECTURA MONUMENTAL

EL MEGALITISMO

La arquitectura nació en el Neolítico, como consecuencia del proceso de sedentarización de los grupos humanos, y alcanzó su expresión monumental en la cultura megalítica (del griego megalito, «piedra grande»), que se extendió por gran parte de Europa (especialmente la Península Ibérica, Francia, Dinamarca y las Islas Británicas) hasta la Edad del Bronce. Los monumentos megalíticos más característicos son de tres tipos y parecen estar relacionados con rituales mágico-religiosos y funerarios: el menhir (en bretón, «piedra larga»), bloque de piedra vertical; el cromlech (en bretón, «corona de piedras»), agrupación de menhires, generalmente circular o elíptica; y el dolmen (en bretón, «tablero de piedra»), enorme tumba colectiva formada por grandes bloques de piedra que forman la cámara funeraria, a veces precedida por un corredor o pasillo.

COMENTARIO DE OBRA ARTÍSTICA



La imagen nos muestra una pintura rupestre, de temática animalística, aunque existen varias teorías que quieren justificar su existencia como elemento estético. En cuanto a los materiales, la propia roca caliza de la cueva cumple la función de soporte de los pigmentos; estos son origen animal y vegetal y otros procedentes de compuestos minerales (pigmentos rojos creados con óxido de hierro y negros a partir de carbón vegetal). El resultado es una pintura más o menos pastosa vagamente similar al óleo. Si se ha preservado, es por una capa protectora exudada por la roca. Los pigmentos se aplicaban directamente con los dedos y en algunas zonas aparecen soplados usando una caña hueca, los contornos negros realizados con el carbón vegetal se aplican con ramas quemadas y con rudimentarios pinceles realizados con cerdas de animal, etc.

En cuanto a la representación, se observa que el bisonte aparece superpuesto a otras representaciones de animales, mostrando cada uno de ellos una orientación distinta, pero cada figura se concibe de manera aislada, no existiendo relaciones entre las diversas representaciones de animales de la que solamente vemos una. Debemos suponer que el artista no trazaba bocetos: si acaso, realizaba un dibujo directamente sobre la pared de la cueva y después lo detallaba y policromaba. La pintura carece de toda sugerencia de fondo, espacio, perspectiva o profundidad, aunque se puede hacer una observación respecto a la perspectiva puesto que, utiliza la llamada perspectiva torcida consistente en la mezcla de distintos puntos de vista en una misma figura (perfil para el cuerpo con cuernos de frente); y también respecto a la profundidad o volumetría ya que para algunos de los bisontes se tenían en cuenta los volúmenes de la superficie rupestre para ayudar a dar volumetría al animal representado, a la que ayuda el uso de la luz o de las degradaciones tonales que ayudan a la volumetría. Las figuras aparecen a menudo superpuestas y dibujadas en distintos planos y posiciones. Son formas contundentes donde se equiparan línea y color, pero con dominio de la línea, pues es fundamental a la hora de diseñar las figuras, marcando con gruesos trazos negros su perfil. Sobre este contorno el color se aplica buscando un mayor realismo en su gama cálida y bastante saturada.

Pese a disponer de tan escasos recursos, el artista logra representar al animal con bastante naturalidad, con su musculatura ligeramente marcada y en una actitud completamente estática, como si el bisonte se encontrara totalmente quieto.

Resulta muy aventurado señalar que efectos o sensaciones procuraba expresar el artista. El espectador actual encuentra en ella el misterio, la emoción por atisbar un pasado tan remoto y, a la vez, una curiosa impresión de modernidad.

Por la cuidada representación del animal, por el uso de colores, por la ausencia de movimiento y por la presencia de un animal, el bisonte europeo, prácticamente extinto, esta pintura rupestre pertenece al estilo denominado franco-cantábrico. Se desarrolló a finales del Paleolítico Superior, en el período llamado magdaleniense, entre el 17.000 y el 8.000 a. C. coincidiendo con la última glaciación. La extensión de los hielos alteró notablemente los paisajes del área en la que se encuentran muestras de estas pinturas. Esta área abarca la cornisa cantábrica y el suroeste de Francia, con algunos enclaves aislados en Andalucía, Extremadura, las dos Castillas y la Comunidad Valenciana. De ahí que algunos autores reclamen la denominación «hispano-aquitano» para esto estilo. Este bisonte es un detalle de la llamada Gran Sala de Bisontes en la cueva de Altamira, en Santillana del Mar (Cantabria).

En ese estilo prehistórico fue realizado por el homo sapiens, la única especie de homínido que, en ese período, había sobrevivido. Vivía de una economía depredadora sustentada en la caza, la pesca y la recolección. Se organizaba en tribus y carecía de toda diferenciación social. Indudablemente el artista no pasaba de ser un cazador más, especialmente dotado para la pintura, eso sí, o tal vez el arte entraba dentro de las atribuciones de chamán, el hechicero de la tribu. En cualquier caso estas muestras artísticas debieron ser muy importantes para estas sociedades, pues se realizaron en condiciones muy difíciles y empleando recursos de los que no se encontraban muy sobrados.

Formalmente el arte rupestre lo podemos vincular con muchos ejemplos de arte del siglo XX.
Desde el descubrimiento de la pintura rupestre en el siglo XIX se han formulado varias tesis sobre el significado del arte parietal, a saber: la del arte por el arte, la de magia simpática o propiciatoria, entre otros.
Las pintura de Altamira las más famosas, tanto por su calidad de sus figuras como por su variedad, llegándose incluso a denominar a la cueva como la Capilla Sixtina del arte paleolítico.


lunes, 16 de octubre de 2017

ARQUITECTURA Y URBANISMO GRIEGOS

LA ARQUITECTURA GRIEGA: LOS ÓRDENES.

Características generales de la arquitectura griega.

La arquitectura griega de los periodos arcaico y clásico presenta las siguientes características esenciales:
- Es una arquitectura adintelada/arquitrabada, aunque conocen la bóveda no la utilizan.
- La columna prevalece sobre el muro como elemento sustentante; el muro se emplea como elemento de cierre.
- Es fruto de un trabajo en equipo, lo que hace que sea una arquitectura de una gran perfección, con mucha armonía. Esto fue conseguido principalmente en la época clásica. Al ser una arquitectura armoniosa es una arquitectura bella.
- Es muy equilibrada en cuanto al trazado de su plantel esforzado es una fácil lectura proporcionada por qué todo este hecho con una medida, con un canon; lo que significa que aplican un concepto racional de belleza por el cual cada parte del edificio tiene que tener una proporción y armonía con el conjunto, de donde surge el fundamento del orden arquitectónico.
- Es una arquitectura de valores escultóricos, pues otorga más importancia al aspecto exterior que al espacio interior; es decir, prima la belleza del “volumen” sobre la utilidad del edificio, como si fuese una escultura.
- El material es fundamentalmente la piedra y dentro de ellas el mármol es la preferida, pero también se utilizaron otros materiales. En un principio se utiliza la madera o la mampostería, recurriéndose a un enlucido hecho de polvo de mármol que luego se policroma, aunque esta policromía se ha perdido. El color era menos fuerte en el mármol que en otras piedras. El aparejo es con una sillería regular y uniforme.
- Es una arquitectura al servicio de la comunidad y a escala humana; es monumental pero no colosal como la de Egipto.
- Va a llevar siempre elementos decorativos: cenefas, rosetas, ovas, perlas, palmetas...

Los órdenes arquitectónicos: dórico, jónico y corintio.

Se denomina orden a una determinada forma de combinar distintos elementos arquitectónicos atendiendo a una relación proporcional entre  ellos. La unidad de referencia o módulo era el diámetro o semidiámetro de la columna, que multiplicado a dividido establecía las dimensiones y proporciones de todas las partes del edificio. Los elementos básicos cuyas características variaban en cada orden arquitectónico era la columna y el entablamento.
El orden dórico surgió en la península, la tierra de los dorios. Es fuerte, voluminoso y sobrio en decoración:
- la columna carece de basa, el fuste es robusto (su altura oscila entre cuatro y seis veces el diámetro inferior) y con aristas vivas, y el capitel es muy sencillo, formado por un equino en forma de cojín y un ábaco cuadrado. Este capitel recuerda al cretomicénico.
- el entablamento consta de un arquitrabe indiviso, un friso con metopas y triglifos que se alternan en un ritmo concordado con las columnas, y una cornisa superior.
Los primeros templos se construyeron en madera y algunos rasgos del orden dórico lo recuerdan, como los triglifos, cuya forma imita los extremos de las originarias vigas de madera.

BASAMENTO
Base del edificio. La crepidoma, plataforma escalonada sobre la que se asienta el edificio, sirve para horizontalizar el terreno y evitar humedades. Está formada por el estereobato y el estilobato (el escalón en el que se apoya la columna).
ELEMENTO SUSTENTANTE
Columna. No tiene basa, el fuste es de sección circular y está estriado o acanalado con aristas vivas. Remata en el capitel.
Capitel. Está formado por el collarino, equino (elemento curvo) y ábaco (pequeño tablero de forma cuadrada). Hace más suave la transición con el elemento sustentado.
ELEMENTO SUSTENTADO
Entablamento. Está formado por el arquitrabe, friso y cornisa. El friso está formado por triglifos (reminiscencia de las cabezas de las vigas de madera) y metopas (con bajorrelieves variados)
CUBRICIÓN
Se usa el tejado a doble agua o vertiente. Se forma así un triángulo llamado frontón, en cuyo interior está el tímpano que puede estar esculpido. Se decora con estatuas acróteras y antefijas.


El orden jónico se originó en Asia Menor (Jonia) y refleja el gusto de Oriente por lo ornamental:
- la columna en este caso tiene basa, el fuste es más delgado (su altura es de ocho a diez veces el diámetro inferior) y con estrías de borde romo, y el capitel está decorado con volutas bajo un ábaco muy delgado.
- el entablamento presenta un arquitrabe generalmente dividido en tres franjas horizontales, un friso continuo sin divisiones y una cornisa.


BASAMENTO
Base del edificio. La crepidoma, plataforma escalonada sobre la que se asienta el edificio, sirve para horizontalizar el terreno y evitar humedades. Está formada por el estereobato y el estilobato (el escalón en el que se apoya la columna).
ELEMENTO SUSTENTANTE
Columna. Tiene basa ática (toro, filete y escocia); el fuste es de sección circular y está estriado o acanalado con aristas Muertas. Remata en el capitel.
Capitel. Está formado por dos volutas y ábaco (pequeño tablero de forma cuadrada). Hace más suave la transición con el elemento sustentado. Presenta decoración de ovas, palmetas, perlas, etc.
ELEMENTO SUSTENTADO
Entablamento. Está formado por el arquitrabe, liso o con tres listeles, friso y cornisa. El friso puede estar liso o decorado con relieves.
CUBRICIÓN
Se usa el tejado a doble agua o vertiente. Se forma así un triángulo llamado frontón, en cuyo interior está el tímpano que puede estar esculpido. Se decora con estatuas acróteras y antefijas.


El orden corintio, por último, pareció a fines del siglo V a. C. y fue muy utilizado desde entonces, en particular por los romanos. No es propiamente un orden nuevo, sino una versión más ornamentada del orden jónico, con un nuevo tipo de capitel, que tiene forma de campana invertida, con caulículos (pequeñas volutas en las esquinas) y hojas de acanto.

TIPOLOGÍAS: EL TEMPLO Y EL TEATRO.

Los templos.

El templo es el edificio más importante de la arquitectura griega. Pero no era lugar de culto, sino la mansión que albergaba la estatua del dios y sus pertenencias, lo que explica las reducidas dimensiones de la mayoría de ellos. El culto a los dioses, en el que participaba toda la comunidad, se desarrollaba en torno a un altar cercano, al aire libre, pero no se accedía al interior del templo.
Si el templo se concebía como morada de la divinidad, su estructura parece tener un origen en la morada del jefe o rey micénico, el mégaron, que era una sala rectangular, con tejado a dos aguas y un pórtico frontal.
Los primeros templos era de madera, pero desde el siglo VII se empezó a utilizar la piedra, labrada en sillares o tambores, que se colocaban sin argamasa, si acaso con grapas internas.
No todos los templos eran iguales no constaban de las mismas partes, pero se pueden señalar las siguientes como las más comunes:
- El estereóbato o plataforma sobre la cual se alzaba, formada por tres escalones, en conjunto se denomina krepis, de los cuales el superior, en el que se apoyan las columnas, se denomina estilóbato.
- El núcleo central o espacio interior del templo, que podía tener hasta tres estancias: la naos – o cella, como la denominaban los romanos –, sala principal que albergaba la estatua del dios; el pronaos, pórtico que la precedía; y el opistodomos, sala añadida al otro lado de la naos para dar un carácter simétrico al edificio y utilizado en ocasiones para guardar el tesoro o los objetos de culto.
- Una columnata o peristilo, que rodeaba al núcleo central del edificio.
- Un tejado a dos aguas, que generaba sendos frontones en los lados menores.
Por otra, los templos griegos se pueden clasificar en diversos tipos, según la disposición de sus columnas o el número de éstas que tuvieran en su frente. Los tipos más frecuentes eran:
- In antis. Los muros laterales se prolongan en andas (pilastras) hasta el nivel de las columnas.
- Próstilo. Pórtico con columnas en un solo frente.
- Anfipróstilo. Tiene pórtico en los dos frentes.
- Períptero. Rodeado de una fila de columnas exentas.
- Díptero. Rodeado de dos filas de columnas exentas.
- Monóptero o tholos. Es circular con columnas.
Según el número de columnas en su frente, podían ser templos dístilos (dos columnas), tetrástilos (cuatro), hexástilos (seis), octástilos (ocho), o decástilos (diez).


Para que los templos resultaran perfectos a nuestros ojos, los griegos introdujeron una serie de correcciones ópticas con las que se separaban de la rigurosa aplicación matemática; pero que estaban destinadas a corregir las posibles imperfecciones en la percepción de estas construcciones debidas a los efectos ópticos; así curvan el entablamento para que se pudiese percibir totalmente recto; los espacios entre intercolumnios varían sensiblemente de unos a otros; y los fustes de las columnas tienen éntasis.

El teatro.

La construcción de teatros griegos va desde el siglo V a.C. al siglo III a.C. Es relativamente fácil identificar a un centenar de ejemplos. Los teatros se construían en la ladera de una montaña, para poder apreciar la obra representada, a diferencia de los romanos, muchos de los cuales se levantaban en terreno llano y elevaban sus gradas por medio de bóvedas y arcos.
Comparando los teatros griegos con los romanos se observan varias características:
- Ningún teatro griego está en terreno llano, debido a que los griegos no sabían construir bóvedas de hormigón, pero sí rellenaban los laterales si era necesario, como en Dodona, Epidauro y sobre todo en Argos, donde prácticamente se ha construido todo el koilon.
- La inmensa mayoría de teatros romanos también están respaldados por una colina, ya que la construcción en llano era un lujo reservado para casos necesarios, como los levantados en el Campo de Marte en Roma. Esto no se aplicaba a los anfiteatros, que se construían en cualquier lugar debido a su importancia social.
Los teatros de las grandes ciudades estaban construidos en gran escala para acomodar a un gran número de personas en la orquesta, así como a la mayor cantidad de espectadores (hasta 15.000). Las matemáticas jugaron un papel muy importante en la construcción de estos teatros, y su diseño semicircular permitía tanto buena visión como acústica.
Tanto los teatros griegos como los romanos constaban de tres partes principales: koilon, orchesta y skené.

 

LA ACRÓPOLIS DE ATENAS.

 

PARTENON


FICHA TÉCNICA: La Obra que vamos a comentar esta semana se trata del Partenón de Atenas. El Partenón era el templo principal de Atenas que, presidiendo la Acrópolis, servía para alojar la estatua crisoelefantina de Atenea Parthenos, de ahí su nombre. Fue construido por Ictinos y Calícrates bajo la supervisión técnica de Fidias entre el 447-432 a.C. durante el llamado "siglo de Oro" Ateniense bajo el gobierno de Pericles. Este templo formó parte de las labores de reconstrucción de la Acrópolis destruida por los persas durante las Guerras Médicas y es el máximo exponente del Clasicismo Griego del siglo V a.C.




ANÁLISIS DE LA OBRA: Nos encontramos ante una obra de temática religiosa, pues se trata del templo principal de la ciudad de Atenas, que debía de alojar la estatua de la diosa Atena Parthenos, diosa protectora de la ciudad. Este templo fue construido con mármol del pentélico siguiendo las características del Orden Dórico (columnas carentes de basa, fustes recorridos por 20 estrías, capitel compuesto por equino y ábaco y arquitrabe divido en triglifos y metopas). Aunque en la actualidad resalta el color blanco de su mármol, sin embargo, a pesar de lo que erróneamente se creyó, originalmente estaba policromado con fuertes colores que resaltaban sus elementos arquitectónicos.

COMENTARIO DE LA OBRA: Nos encontramos ante un templo de proporciones regulares, siendo el doble de largo que de ancho con ocho columnas en sus lados más cortos, por ello podemos categorizarlo como un templo octástilo, por 17 en sus lados más largos. Las columnas recorren sus cuatro lados, se trata por lo tanto de un templo períptero, y seis columnas preceden a la pronaos. De la pronaos accedemos a la cella que se encontraba dividida en tres naves con columnas superpuestas para ganar la altura necesaria para alojar la estatua de 12 metros de altura de la diosa. En su parte posterior, incomunicada con el resto, se encuentra otra cámara que recibe el nombre de Opistodomos que habría de servir para alojar el tesoro de la diosa.
Esta obra es un fiel reflejo no sólo del Orden Dórico, el más austero y clásico de los órdenes griegos, sino de las proporciones armónicas que debía de perseguir el templo griego.

Así cabe destacar no sólo las proporciones de sus elementos sino las correcciones ópticas que realizaron los arquitectos para lograr esa visión perfecta del conjunto. Equilibrio y euritmia o armonía en las proporciones, orden, corrección óptica y construcción geométrica racional son los parámetros del Partenón. Es, sobre todo, una arquitectura de exteriores, para ser vista, como lo muestran sus distintos efectos ópticos y geométricos. Para evitar la monotonía y pesadez, las distancias que separan las columnas son distintas y están ligeramente inclinadas hacia el centro de la fachada y hacia el interior, para contrarrestar el efecto de divergencia que produce una columnata perfectamente vertical. Las columnas de los ángulos son más anchas en el medio para evitar que parezcan estranguladas como un reloj de arena: al absorber más luz se verían más pequeñas si tuvieran las mismas dimensiones que las demás. El estilóbato (peldaño superior del estereóbato) no es uniforme, sino que los ángulos se sitúan 11 cm. Más bajos que la parte central; lo mismo sucede con el arquitrabe. Esta curvatura servía para aumentar la estabilidad del monumento, facilitar el derrame del agua de la lluvia y corregir las distorsiones ópticas. La línea oblicua del frontón (es decir, la inclinación del tejado) está relacionada con la profundidad del templo, ya que prolongándola se obtiene el ángulo inferior posterior de la pared lateral. La proporción entre la altura y el diámetro de la columna es de 5,5; la altura del arquitrabe, del friso y de la cornisa es un tercio de la altura de la columna; el fuste tiene 20 estrías y el éntasis 17 cm. El eje de simetría del triglifo corresponde al eje de simetría de la columna. A pesar de sus dimensiones (la sala mayor tiene una altura de más de 13 metros), no es una construcción colosal como las de los egipcios. Da la sensación, pues, que fue construido por y para seres humanos.




El Partenón fue famoso en la antigüedad no sólo por sus esbeltas proporciones sino también por su decoración escultórica, obra del escultor Fidias, hoy día repartida fundamentalmente entre el museo del Louvre y el Británico.

CONCLUSIÓN: La Obra que hemos comentado marcó un hito en la historia de la arquitectura creando un modelo de templo que habría de ser copiado en reiteradas ocasiones no solo en el mundo antiguo sino en épocas más recientes como el Neoclasicismo de los siglos XVIII y XIX. Si bien mantuvo su función religiosa durante casi mil años pasando de ser templo pagano a iglesia cristiana primero y mezquita con posterioridad. Sin embargo, la fatalidad quiso que una bomba veneciana explotara en el Partenón, convertido por los turcos en polvorín, destrozando gran parte de su estructura. A ello, en el siglo XIX se sumó la expoliación de las potencias imperialistas europeas que desnudaron al templo de la mayor parte de su decoración escultórica.